top of page

No puedo alejarme de un narcisista: Estoy enganchado/a.

Actualizado: 29 oct.


El narcisista te quiere (tener) para los fines de semana, para convivir, para presentarte a su familia, para viajar, para salir de cena cuando viaja a tu ciudad, para tener una familia: todo depende, de lo que definitivamente, le venga bien al narcisista, en la particularidad de sus circunstancias.


Tal vez, eres un buen decorado, o le entusiasma poder presentar un matrimonio con alguien exitoso o, a lo mejor estar contigo, le permite vivir economicamente desenvuelto. Tal vez, soportas lo insoportable, o le solucionas los problemas más aburridos de la vida cotidiana.


ree

El narcisista te quiere para mejorar, para prosperar, para sentirse mejor, para pasar un mal momento, para alcanzar un estatus más alto, para lucir envidiable, para disfrutar, para hacer otras cosas mientras tú te sacrificas por él/ella, en nombre de lo que crees que es el amor. Al narcisista, tú le proporcionas algo que él/ella estima de utilidad. Al narcisista le importa auténticamente poco, lo que tú quieres.


Al narcisista no van a angustiarle esos aspectos que tú consideras de sentido común: que no tenga en cuenta tus necesidades para ser feliz, que sufras por su falta de consideración, o que no te sientas amado. Solamente, llegará a importarte, en el caso, de que tu desgracia alcance cotas de expresión, que, definitivamente, le molesten. En tal caso, tampoco va a importarle tu dolor, o tú, sino la molestia que comienzas a causar en él/ella y la complicación que secundariamente, esta genera en su vida. El incomodo de soportar tu tristeza, tu ira, tus reclamos, o reproches, los manejara con el cinismo justo para convencerte de que no tienes razones para estar mal, le quitará la importancia a tus quejas porque a él/ella no le duelen, te dará excusas optimistas y promesas para que vuelvas a estar para él/ella, te contentará con poco. Quizá, tendrá algun detalle, que logre que la relación marche, de nuevo, según lo establecido: centrados en el narcisista y su satisfacción.


La gente piensa estar más cerca, hoy que antes, de comprender estos procesos que tornan la existencia de muchas personas en infelicidad crónica. Creen que en el acto de saber identificar, comienza el fin de la desgracia. O, la pieza que falta para lograr la solución. En realidad, solo complican más la realidad para no verla.


Nada más lejos de la realidad, las víctimas de hoy se centran, más que antes, en el otro/a tratando de solucionar la causa de su desgracia, que toma la naturaleza de esa persona que es, ahora, compañera de vida. Pero suelen resistirse a aceptar que el problema es mucho anterior y más profundo. Cuando hay alguien que buscó ser querido y tenía que aprender a quererse, o alguien que quiso ser tomado en serio, sin haberlo hecho primero consigo mismo. Esa persona es la que tiene problemas que le conciernen y no ha querido mirar a los ojos de su verdad.


El ser humano que está siendo víctima de la relación, carga con los problemas que le llevan a tomar por amor, la apariencia de un amor, sin amor. Y se queda, no por elección. Se queda, porque sus propios problemas le impiden dotar de necesidad la huida. Por ello, se toma el problema del narcisista con más dedicación que los propios.


No hay una persona sana, al lado de un narcisista. Por ello, tampoco podemos elegir, en términos volitivos la ruptura narcisista. Porque estar o no estar más con un narcisista, o con cualquier persona que en lugar de amor nos ofrezca relaciones miserables, tiene que ver con lo que soy y no tanto, con lo que deseo o elijo.


Además en una relación narcisista, habitualmente se encuentran dos personas con alteraciones narcisistas importantes y es común que la que se define como víctima ( que no es otra que la que más sufre o pierde en la relación) no quiera aceptar esta parte. Y, en su lugar, elija victimizarse, más que bucear en su naturaleza.


Entonces ¿cómo lo hacemos? Si has dedicido que este es el momento en el que te sientes listo/a para conocerte, para confiar en un proceso psicológico y deseas invertir en ti, entonces, estaré encantada de que seamos equipo.


Comenzaremos por un diagnóstico completo e individual que conecte todos aquellos aspectos que no comprendes o reconoces, los que viven en conflicto dentro de ti y los que están interrelacionados. En congruencia con el diagnóstico, diseñaremos los objetivos y guiaremos un proceso que nos permita comprender en profundidad: aceptar, reconciliar, trabajar en una línea evolutiva hacia una visión más nítida y apreciada de ti. Descubriéndote en las dificultades con ayuda y en la satisfacción de los logros.


¿El objetivo? Convertirte en alguien integrado, con una vida individual plena y satisfactoria y el autoconocimiento suficiente para que no continúes, aferrandote a dinámicas dónde admitas dañar o ser dañado. Con tanta dignidad que no precises del orgullo.





 
 
 

Comentarios


bottom of page