Soy una apasionada del conocimiento, de la belleza oculta en la vulnerabilidad,  de la verdad y del análisis. Comprendo que un ser humano sano es un ser más libre. Y por ello, reivindico la importancia de hacer de la terapia un ejercicio de calidad, para lo cual, es imprescindible un proceso que tenga en cuenta todos y cada uno de los síntomas y la relación entre ellos. Solamente, a través de la visión completa de lo que la persona es en su conjunto cómo ser extraordinario, se podrá dar lugar al cambio real y al éxito terapéutico.

 

Así mismo, trabajo desde el convencimiento de que una terapia es satisfactoria, únicamente, si convirtió a la persona en alguien más autónomo y más libre. Y, suelo descubrir con satisfacción, que en el éxito de la misma, aparece,  también, un ser humano  mejor, consigo mismo y con los otros.  Alguien más hermoso.

 

Practico lo que  enseño y enseño lo que yo misma practico. No soy ninguna excepción en la labor de evolucionar, de mantener lo adquirido y desprenderme de lo viejo. Sé, que un buen profesional de la psicología, es el resultado y la integración, de lo epistemológico, la experiencia y lo personal. 

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En palabras de Publio Terencio:

“Soy un hombre, nada humano me es ajeno”.

 

Y añado para terminar:

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“Un psicólogo nos cura,  si nos enseña a pensar, no qué pensar, si no, a saber pensar de una forma mas sana, despejada y  lúcida”

 

Sara Rico Solera