Los trastornos de personalidad pueden ser entendidos como «formas de ser» rígidas y resistentes al cambio, que se han desarrollado de un modo desadaptativo. Entendemos por personalidad, al conjunto de pensamientos, emociones y conductas que nos hacen únicos. Esto conlleva un modo de interpretar la realidad, de relacionarte tanto con el mundo exterior como interior.
La personalidad no es lo mismo que el temperamento, podríamos entender que todos nacemos con un temperamento, pero la personalidad se forma durante la infancia. Y en ello incide la interacción de los genes y el entorno.
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Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos, se llaman temperamento.
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El entorno. Esto incluye tu alrededor, dónde creces, lo que te influencia activa o pasivamente. Los eventos que tuvieron lugar y las relaciones con familiares y otras personas.
En el trastorno de personalidad existe un patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento insano. EL tipo de problemas más frecuentes, con los que se encuentran las personas con trastornos de personalidad, tienen que ver la gestión de su soledad, con la percepción e interpretación de la realidad, dificultades a la hora de relacionarse, tanto de índole cuantitativa, pero fundamentalmente, cualitativa. Como resultado de un trastorno de personalidad, la persona encuentra limitaciones y problemas en su día a día, y en ocasiones, es el entorno, quien, sufre más fuertemente el impacto. Los trastornos de personalidad suelen comenzar en la adolescencia, y a menudo, resultan difíciles de diagnosticar. Porque las personas tendemos, a considerar «normal» nuestra forma de ser. Los trastornos de personalidad se ordenan en tres grupos, en base a características y síntomas comunes.
Pero, esta tipología, solo representa un modo de establecer características diagnosticas, en absoluto representan un patrón único, y así mismo, no es necesario que se presenten todos los síntomas.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DEL GRUPO A:
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se caracterizan por pensamientos o comportamientos excéntricos o extraños. Incluyen el trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad y trastorno esquizotípico de la personalidad.
Trastorno paranoide de la personalidad:
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Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus motivos
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Creencia injustificada de que los demás intentan dañarte o engañarte
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Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás
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Vacilación al confiar en los demás debido al temor, no razonable, de que usarán la información en tu contra
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Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes como si fuesen insultos o ataques personales
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Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos
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Tendencia a guardar rencor
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Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o la pareja sexual, es infiel
Trastorno esquizoide de la personalidad:
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Falta de interés en las relaciones sociales o personales; preferencia por la soledad
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Amplitud limitada de las emociones
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Incapacidad para disfrutar la mayoría de las actividades
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Incapacidad para captar las señales sociales normales
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Aparentar ser distante o indiferente
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Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales
Trastorno esquizotípico de la personalidad:
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Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas peculiares
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Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que alguien susurra tu nombre
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Falta de expresión emocional o respuestas emotivas inadecuadas
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Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o incomodidad con dichas relaciones
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Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás
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«Pensamiento mágico» (creer que puedes ejercer influencia en personas y acontecimientos con el pensamiento)
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Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen mensajes ocultos exclusivos para ti
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DEL GRUPO B:
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo B se caracterizan por pensamientos o comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos o impredecibles. Incluyen el trastorno de personalidad antisocial, trastorno límite de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.
Trastorno de personalidad antisocial:
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Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los demás
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Mentiras, robos, uso de apodos, estafas constantes
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Problemas legales recurrentes
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Violación constante de los derechos de los demás
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Comportamiento agresivo, a menudo violento
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Indiferencia hacia la seguridad propia y de los demás
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Conducta impulsiva
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Irresponsabilidad constante
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Falta de remordimiento por el comportamiento
Trastorno límite de la personalidad:
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Conducta impulsiva y riesgosa, como tener relaciones sexuales sin protección, involucrarse en apuestas o tener atracones
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Imagen personal inestable o frágil
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Relaciones inestables e intensas
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Cambios en el estado de ánimo, a menudo como reacción al estrés interpersonal
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Conductas suicidas o amenazas de autolesión
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Temor intenso a estar solo o a ser abandonado
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Sentimientos de vacío continuos
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Ataques de ira frecuentes e intensos
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Paranoia intermitente relacionada con el estrés
Trastorno histriónico de la personalidad:
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Búsqueda constante de atención
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Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual, con el objetivo de captar la atención
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Discurso espectacular con opiniones fuertes, pero con pocos hechos o detalles para respaldarlas
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Fácilmente influenciable
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Emociones poco profundas que cambian rápidamente
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Preocupación excesiva por la apariencia física
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Pensamiento de que las relaciones con los demás son más cercanas que lo que en realidad son
Trastorno narcisista de la personalidad:
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Creencia de que eres especial y más importante que los demás
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Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción
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Incapacidad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
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Exageración de logros o talentos
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Expectativa de elogios y admiración constantes
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Arrogancia
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Expectativas no razonables de favores y ventajas, a menudo aprovechándose de los demás
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Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te envidian
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD DEL GRUPO C:
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo C se caracterizan por pensamientos o comportamientos de ansiedad o temor. Incluyen el trastorno de la personalidad por evitación, el trastorno de la personalidad dependiente y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.
Trastorno de la personalidad por evitación:
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Sensibilidad excesiva a las críticas y al rechazo
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Sentimiento de ser inadecuado, inferior o desagradable
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Evasión de las actividades laborales que implican contacto interpersonal
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Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; evitar las actividades nuevas o reunirse con extraños
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Timidez extrema en situaciones sociales y en las relaciones personales
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Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza o a hacer el ridículo
Trastorno de la personalidad dependiente:
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Dependencia excesiva de los demás y sentir la necesidad de que alguien te cuide
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Conducta sumisa o apegada hacia los demás
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Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo si te dejan solo
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Falta de confianza en ti mismo, necesidad de consejos excesivos y de la confirmación de los demás para tomar incluso decisiones de poca importancia
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Dificultad para iniciar o llevar a cabo proyectos solo debido a la falta de confianza en ti mismo
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Dificultad para expresar desacuerdo con los demás, por temor a la desaprobación
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Tolerancia hacia tratos abusivos o inadecuados, incluso cuando existen otras opciones
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Necesidad urgente de comenzar una nueva relación cuando ha terminado otra
Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva:
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Preocupación por los detalles, el orden y las normas
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Perfeccionismo extremo, que genera disfunción y angustia cuando no se logra la perfección, por ejemplo, sentirse incapaz de finalizar un proyecto porque no se pueden cumplir las propias normas estrictas
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Deseo de controlar a las personas, las tareas y las situaciones; incapacidad para delegar tareas
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Negarse a reunirse con amigos o a hacer actividades placenteras debido a un compromiso excesivo con el trabajo o con un proyecto
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Incapacidad para desechar objetos rotos o inútiles
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Rigurosidad y obstinación
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Inflexibilidad en cuanto a la moral, la ética o los valores
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Estricto, control mezquino del presupuesto y los gastos
El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva no es lo mismo que el trastorno obsesivo-compulsivo, un tipo de trastorno de ansiedad.
Si tienes algún signo o síntoma de algún trastorno de la personalidad, consulta al médico o a otro profesional de atención primaria o especialista en salud mental. Los trastornos de la personalidad, si no se tratan, pueden provocar problemas considerables en tu vida, que posiblemente empeoren, si no recibes tratamiento. A veces una situación de gran estrés, puede desencadenar el desarrollo.