¿Puede haber final feliz con un narcisista? El descarte narcisista.
- Sara Rico Solera Psicología
- 27 jun
- 3 Min. de lectura
A veces, las personas que se encuentran enganchadas en vínculos con una persona narcisista desean creer que pueden ser capaces de cuadrar el círculo, esto es, que de uno u otro modo podrían lograr que la persona narcisista cambie, al menos, lo suficiente para que la relación que es fuente de un profundo sufrimiento emocional y malestar anímico prospere hasta dar lugar a vínculo de amor sano, donde ambos puedan reciprocarse en necesidades.

No solo eso, lo más común es que entre dudas, miedos y dependencia, por lograr transformar al narcisista y por tratar que dé de sí más de lo que las conductas de su propia historia nos demuestran, lo que termine sucediendo de manera abrupta, inhumana y fulminante sea el descarte. El descarte narcisista es el momento en que a vistas del sujeto con Trastorno Narcisista de la Personalidad ya puede prescindir de nosotros porque cualquiera que fuera la utilidad que nos hallaba o la ventaja adaptativa que le brindaramos ya no le resulta necesaria o, mejor dicho, ya estará siendo cubierta por otra persona nueva, a la que el narcisista, por entonces, considera un mejor suplemento y a la que habrá logrado seducir y hacer creer que es alguien normal con la capacidad de amar. En ese instante, habremos pasado a ser, nada más que una carga de la que el narcisista desea deshacerse y hacerlo rápido.
El descarte narcisista es una de las experiencias más desgarradoras que un ser humano puede vivir, y a la que algunos expertos aciertan en llamar la violación del alma, pues eso es exactamente lo que sucede: ya que uno, solo uno, habrá puesto a disposición de otro al que consideraba su semejante, no solo su tiempo y dedicación, sino sus sentimientos, sus creencias, su bondad, su confianza, su vulnerabilidad y su fe.
El descarte narcisista siempre conlleva el sello de identidad inconfundible del narcisista, y que es, el de un ser que carece de conciencia, de gratitud, de alma y que no se siente tocado por el dolor ajeno. Y es que a diferencia de cualquier otra ruptura, en este caso el descarte se caracteriza porque no hay proceso.
Los procesos son característicos de personas que se vinculan desde las emociones reales y auténticas aunque estas cambien. De aquellos que están dotados de empatía, conciencia y apego. En cambio el momento del descarte narcisista no se presagia, no se anticipa, no existe la comunicación, ni el diálogo. No seguirá unos pasos en donde la sinceridad haga comprender a cada una de las partes, el punto de la relación en que se encuentra y que es, como sudecen las rupturas entre personas normales, que se han amado o respetado en algun momento.
El descarte narcisista sucede con la misma violencia con la que sucede una amputación, porque simplemente la persona narcisista desaparece o se despide, sin preprarar el terreno, sin previo aviso, rompiendo con cualquier responsabilidad emocional, acuerdo o apariencia de afecto que hubiera podido hacernos creer hasta el momento, a lo sumo acompañándolo de alguna excusa.
Por supuesto sucede así, porque el narcisista no tiene ningun deseo, ni considera ninguna responsabilidad sobre tu naufragio, ni está entre sus intereses más remotos prepararte, ayudarte a superar el trago, ni mucho menos hacer acto de presencia para recibir la ira justificada de quien está siendo ultrajado por él mismo.
Todo ello sume en un proceso sumamente dramático a la víctima del trauma, y muy probablemente necesitará ayuda psicológica para recuperarse y recomponer su mente tras ese abuso.
No obstante siempre hay algo a agradecer y que no debemos olvidar, incluso en los momentos más oscuros e inciertos, la pérdida de un narcisista en nuestra vida es un éxito, pues todo lo que creíste alguna vez sobre aquel, no era más que la representación lamentable de un ser sin alma incapaz de ser feliz, de hallar paz, ni de sentir algo real como cualquiera ser humano, porque el narcisista no es humano. Has de saber que es él quién vivirá permanentemente naufragado y que con el tiempo lograrás verlo, como lo único que es: Un ser triste, vacío e infame que destruye la vida de quienes se cruzan en su camino, porque es incapaz de construir nada hermoso.
Hubiera sido peor que se quedara, nunca puede ser, lo que no es, por mucho tiempo.
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