¿Hombres maltratados? Mujeres maltratadoras de nuestra sociedad
- Sara Rico Solera Psicología
- 9 oct
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 oct
Es dificil transmitir la imagen realista de la cantidad de hombres maltratados dentro del contexto de relaciones de pareja que encuentro en mis terapias. Muchos de ellos, vienen a consulta "traídos" por sus mujeres y puedo dar fe de que estas, suelen sentirse muy capaces de convencerme y esperan con rotundidad que valide su postura. Esperan que, paradogicamente como profesional, lo último que haga sea actuar como una profesional.

Que carezca de una capacidad evaluativa integra, que sea manipulable ¡O, que no me atreva a desafiarlas!
(Y realmente, he de confesar, que es sano tenerlas miedo) Que prefiera un pacto de camaradería femenino, que sesgue en favor de la única víctima esperable "social y políticamente, hablando"
Aún, más importante, es hacer saber lo agravante que resulta, ver que estos hombres cuando llegan solos o con sus parejas a consulta, no lo hacen en calidad de víctimas, ni sabiendose maltratados, sino asustados y profundamente inseguros sobre sí mismos, a menudo en estados de profunda depresión, como consecuencia de la manipulación psicológica sufrida por parte de sus mujeres y la narrativa dominante durante años en una relación que opera con efecto anulador, devastante de la psique del sujeto. De aquel, que ha vivido con la carga emocional de ser el causante del problema, la parte disfuncional o inclusive, los autenticos maltratadores.
Siento auténtica preocupación al descubrir, cómo las Políticas actuales de Violencia de Género y los Sesgos Ideológicos han penetrado en espacios como La Evaluación y la Terapia Psicológica. Allí, donde lo único que debería prevalecer son los profesionales más cualificados en la comprensión de las Dinámicas de Violencia y en el Diagnóstico Diferencial de la Personalidad, pues solamente esto, junto a una, no menos importante, excrupulosidad moral y ética, pueden garantizar en última instancia, la no revictimización (de la que está de moda hablar, solamente en términos políticos) de las verdaderas víctimas: sean estas, las que sean. Pues son las víctimas.
Nuestra sociedad revela fallas y deficiencias más que importantes a la hora de garantizar la seguridad real de las mujeres, curiosamente, más maltratadas. Aquellas que sienten en riesgo real su vida, se topan día a día, con la aplicación de protocolos que sobre el papel prometen mejor que en la práctica.
Y a peores, descubro con horror una tendencia creciente que en términos sociales puede denominarse de normalización de un "abuso de poder" gracias al limbo de impunidad creado en términos de progreso por estas ideologías: "Que las mujeres no maltratan, que las mujeres son maltratadas y que el maltrato de los hombres es algo tan improbable como para no ser tomado en serio".
Cuando a alguno de estos hombres, por fin, le explico en consulta que está siendo víctima de maltrato, siento en sus ojos, sorpresa y desconcierto, no solamente porque alguien finalmente les acompañe en su dolor y les devuelva la dignidad, sino sobre todo, porque como psicóloga y mujer, sentían hacia mí un temor que solo se expresa de manera franca en ese instante entre llanto.
Y esto, es un relato que no merece oscuridad, sino toda la luz del mundo.
P.D: Gracias a todos los pacientes masculinos que habéis confiado en mí, como mujer y experta, en una época dónde me hacéis ver lo difícil que es confiar, siendo un hombre, en recibir un trato justo. Nada más y tampoco, nada menos.



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